En 1945, gran parte de Europa estaba en ruinas y repartida en dos zonas de influencia, soviética y useña. Solo seis años antes parecía dominar el mundo, no solo físicamente, con vastos imperios coloniales, sino sobre todo por su potencia científica, artística y de pensamiento. Tras la Segunda Guerra Mundial se recobró económicamente, pero su primacía cultural no ha vuelto a recuperarse. ¿Estamos ante una decadencia irreversible?<br><br>Este nuevo...