-¿Qué pasó? -preguntó Sebastián, mi esposo, cuando entró al baño y me vio en estado de shock. Sentada aún, con los crespos alborotados y el pantalón de la pijama en el piso, le estiré la mano. Él miró la prueba y, mientras sus gruesas cejas empezaban a correr hacia la coronilla y sus pupilas buscaban la salida de emergencia más cercana, dijo: -¿Qué significa eso? -¡Estoy embarazada!...-y rompí en llanto. El alma de "LAS DICHAS" DEL EMBARAZO está ...