La poesía se lee de una manera diferente que la prosa, porque, como dice Mark Strand, el poema "promueve un sentido de sí mismo y no un sentido del mundo". Quiere decir esto que al leer el poema paladeamos cada palabra, cada verso, abiertos a las imágenes, a las alteraciones de la sintaxis, a la música, a todo aquello que es en él revelación u oscura sugerencia. Hay, pues, una morosidad intrínseca a la lectura de la poesía, y también un deseo de ...