La mejor inspiración para un escritor es la vida misma, y si se trata de un dramaturgo, el asunto se vuelve más comprometedor porque los personajes están ahí para que sean los actores los que les den vida y el público en vivo valore la pieza. La literatura es más íntima, entreteje una relación de dos; en el teatro, en cambio, el escritor está pensando en el público, el actor y la representación. Esta obra habla de la necesidad tan desagradable pero a la vez tan natural del ser humano de quedar bien, de aparentar lo que no es, de ambicionar lo que no tiene. Ese recurrente sueño de vivir la vida que vende la publicidad La obra es una comedia, pero a la vez es una crítica, una agria crítica a nuestra triste condición de nunca estar felices con lo que tenemos. Esta obra habla de la necesidad tan desagradable pero a la vez tan natural del ser humano de quedar bien, de aparentar lo que no es, de ambicionar lo que no tiene. Ese recurrente sueño de vivir la vida que vende la publicidad La obra es una comedia, pero a la vez es una crítica, una agria crítica a nuestra triste condición de nunca estar felices con lo que tenemos. La obra es una comedia, pero a la vez es una crítica, una agria crítica a nuestra triste condición de nunca estar felices con lo que tenemos.