Sí; el miedo habita en este libro. En cada relato, detrás de cada punto, estalla un crujido de horror, y nosotros, tal vez esto sea lo peor, nada podemos hacer ante la Señora Muerte, ni ante el Señor Mal. Solo rezar las oraciones que ya nos sabemos para ver si Dios quiere apiadarse de nosotros. Pero hay algo más: el terror.Nos referimos al terror que nos pone los pelos de punta y nos arrastra al paroxismo.