Según dijeron las leyendas, a la vieja factoría se entraba una vez y no se volvía a salir jamás. Sólo cuando el Señor I murió se supo la causa de tan misteriosa circunstancia. Cuando a principios de alguna centuria el Señor I decidió fundar Maravilla Decadente, MDtm, sabía que se trataría de la multinacional más grande del mundo.MDtm, en un atrevido rapto de imaginación, nos describe un mundo fantástico y surreal: Una fábrica que es origen y destino de todo lo creado. Entre los muros de esta empresa, los imposibles personajes diseñan colores, dioses, deportes, armas, libros, licores y todo lo que pueda caber en el comercio. Impredecibles juegos de palabras e imágenes se atropellan en una avalancha en la que es muy fácil perder el resuello, pues tras la guasa y la bufa repta silenciosa la sátira que dice verdades enormes con mentiras pequeñas. En este juego de imágenes raudas y dislocadas aparece, oculta por la ironía y el humor, la Verdadera metáfora: La monstruosa sociedad de consumo