La construcción de la cultura política europea implica pensar bien qué tipo de vida común se quiere. Para ello conviene analizar por qué y en qué medida lo público aparece como un conjunto de escenarios vacíos, que no entusiasman, y lo íntimo como un territorio invadido por los discursos arrogantes de la política, la publicidad, la opinión.Pensar las tensiones entre nuestro modo de vivir el espacio público la que construimos y el espacio íntimo la vivencia de lo más propio implica un esfuerzo por superar la distancia entre ética política y teoría del sujeto. De modo que la polis y lo íntimo, que no son compartimentos aislados, puedan comunicarse, sin confundirse, de modo más pleno.Pensar las tensiones entre nuestro modo de vivir el espacio público la que construimos y el espacio íntimo la vivencia de lo más propio implica un esfuerzo por superar la distancia entre ética política y teoría del sujeto. De modo que la polis y lo íntimo, que no son compartimentos aislados, puedan comunicarse, sin confundirse, de modo más pleno.polis que construimos y el espacio íntimo la vivencia de lo más propio implica un esfuerzo por superar la distancia entre ética política y teoría del sujeto. De modo que la polis y lo íntimo, que no son compartimentos aislados, puedan comunicarse, sin confundirse, de modo más pleno.