El bosque de los laberintos y los espejos es un libro de ensayos que presienten su unidad en la obsesión por la escritura, que reconoce en su origen una diletante conversación entre filosofía y literatura, que habita la frontera respetando las orillas; de otra manera, que sobrevuela el laberinto que le atrae. Sin duda, el autor que me habita, responsable de estos ensayos, intentando esquivar los caminos que conducen a las trampas de la razón, ha ido acumulando incertidumbres y ansiedades, como le gustaba decir a Susan Sontag a propósito de este oficio de escritor. Humanas incertidumbres recorren estas páginas, ansiosas voces se asoman entre líneas tratando de conjurar nuestro inefable destino.