Más que necesidades "formativas" lo que el país, la región y la civilización occidental tiene es una carencia del pensarse el acto de educar-se como condición de otras múltiples y singulares humanidad-es y no como mercancía e inversión. El debate en Occidente frente a las lógicas mercantiles y comerciales de la educación son la mejor justificación para pensarnos el acto humano del educar-se. Y esto no es un asunto sólo de "necesidades formativas" sino de opción etho-política y esto pasa por un viaje hacia el interior. ¿Qué tan dispuestos estamos educadores y alta dirección en avanzar por este camino Carlos Alberto Molina Gómez