Este libro pretende involucrar al estudiante en diversos panoramas de la literatura antigua, en los albores de la producción creativa, como testimonio de la historia y de las relaciones socioculturales de las primeras civilizaciones, las cuales padecieron conflictos internos y externos, y generaron hibridaciones culturales interesantes de abordar a partir de la gran profusión de textos literarios que legaron.Para que la inmersión en el mundo de los dioses y héroes griegos y latinos, de la poesía sáfica, la tragedia, la comedia, la poesía virgiliana, la retórica romana, la sensibilidad y el esteticismo propios de la literatura oriental sea efectiva, el lector debe dejarse llevar por el espíritu y el encanto de esos tiempos préteritos que aún resuenan en el hombre, quien deseoso por encontrar respuestas a los interrogantes de la vida debe volcar su mirada a los orígenes, pues desde allí puede reencontrarse y entender la condición humana en relación con la dinámica de un mundo cambiante. Sólo así entenderá el encanto dionisíaco que subyace en diferentes manifestaciones artísticas; que en las tragedias de nuestro país subyacen yuxtaposiciones que recuerdan las tragedias de Sófocles, y que continuamente se libran batallas, no a la manera de Ulises o Aquiles, pero que evocan, en cierta proporción, el sentido heroico de heroicidad propio de una época. Ítaca puede llegar a ser un hermoso referente literario, una imagen o un recuerdo; pero la vida recuerda que luego de experimentar esas odiseas que se experimentan a diario en escenarios turbulentos como los actuales, solo queda el anhelo de un retorno.Para que la inmersión en el mundo de los dioses y héroes griegos y latinos, de la poesía sáfica, la tragedia, la comedia, la poesía virgiliana, la retórica romana, la sensibilidad y el esteticismo propios de la literatura oriental sea efectiva, el lector debe dejarse llevar por el espíritu y el encanto de esos tiempos préteritos que aún resuenan en el hombre, quien deseoso por encontrar respuestas a los interrogantes de la vida debe volcar su mirada a los orígenes, pues desde allí puede reencontrarse y entender la condición humana en relación con la dinámica de un mundo cambiante. Sólo así entenderá el encanto dionisíaco que subyace en diferentes manifestaciones artísticas; que en las tragedias de nuestro país subyacen yuxtaposiciones que recuerdan las tragedias de Sófocles, y que continuamente se libran batallas, no a la manera de Ulises o Aquiles, pero que evocan, en cierta proporción, el sentido heroico de heroicidad propio de una época. Ítaca puede llegar a ser un hermoso referente literario, una imagen o un recuerdo; pero la vida recuerda que luego de experimentar esas odiseas que se experimentan a diario en escenarios turbulentos como los actuales, solo queda el anhelo de un retorno.