Parece indudable que, en los últimos lustros, se va produciendo un progresivo interés y atención, también desde las Humanidades, hacia lo digital. Es algo ya frecuente verlo expresado bajo el término de «Humanidades Digitales», aunque no todos entienden lo mismo por dicha expresión ) ni tan siquiera, se sabe el espacio que ocupa en el amplí¬simo campo de las Humanidades. Un detalle significativo al respecto es el malestar que está generando entre los investigadores y académicos la identificación de los índices de calidad y producción de las ciencias empí¬ricas a las ciencias humanas y sociales. Aquí habrá opiniones para todos los gustos y será también muy difícil llegar a un oportuno consenso, pero lo cierto es que las Humanidades son consideradas, por muchos, como ciencias de segunda categoría y no necesarias para el desarrollo social y humano.