La insurrección griega de 1823 permitió la emergencia de una anomalía fundacional: entre la inacción, cómplice de las atrocidades cometidas contra rebelde, y la intervención bélica, que violaba el principio del equilibrio de poderes, Europa reconoció la beligerancia. Desde entonces, este instrumento consuetudinario del derecho internacional ha desempeñado un papel crucial y dramático: la guerra de Secesión estadounidense, la Revolución mexicana, ...