El conflicto es inherente a la vida, afecta a cualquier especie animal por sencilla que sea, pero en el ser humano adquiere una dimensión superior. A las necesidades básicas de satisfacción de alimento, cobijo, descanso, relación, se le añade en el caso de las personas, las de autorrealización, reconocimiento, afiliación y seguridad, lo que supone un incremento exponencial de las situaciones de desencuentro con los otros.Estas páginas pretenden a...