Los actores se forman en los escenarios. Los directores de teatro adquieren sus herramientas como espectadores atentos. Los dramaturgos surgen de una curiosa mezcla entre la literatura y la pr?ctica sobre las tablas. Por muchos a?os se consider? que la E-e escritura dram?tica pertenec?a al mundo del papel, de las editoriales, de los libros. En el siglo XX, gracias a todas las transformaciones vividas en los extramuros de la creaci?n art?stica, el texto construido a partir de di?logos y acotaciones es una herramienta para convivir con la interpretaci?n, las luces, la m?sica, la coreograf?a, en fin, con la puesta en escena. Los textos que componen el presente volumen fueron escritos al calor de la formaci?n acad?mica en la ciudad de Bogot?. Se concibieron para int?rpretes o maestros espec?ficos, de acuerdo con sus necesidades y se transformaron seg?n sus urgencias. Cinco piezas dialogadas fueron escritas para estudiantes de la Escuela Nacional de Arte Dram?tico. Tres, para talleristas de Casa Ensamble y cinco m?s para distintos momentos creativos del Programa de Artes Esc?nicas de la Facultad de Artes-ASAB. Su autor, Sandro Romero Rey, ha combinado su trabajo litera-rio y audiovisual con los laberintos de la escena y el rigor de la formaci?n art?stica. En las p?ginas que siguen hay sendos ejemplos de c?mo se puede escribir en funci?n de grupos de acto-res y actrices que est?n en proceso de consolidar una vocaci?n. Despu?s de treinta a?os de labores en la ASAB, Romero Rey re?ne aqu? algunos ejemplos no publicados de su pasi?n por los escenarios de la palabra.