Tras la cruenta derrota de los rusos a manos de los polacos, Iván el Terrible buscó la amistad del papa Gregario III quien ordenó al padre Antonio Possevino (1533-161 1) viajar a Rusia, negociar la paz entre ésta y Polonia y acercar la Iglesia rusa a la romana. De esta trascendente encomienda son los documentos que jean Meyer como piezas del vasto proyecto de historiar las difíciles relaciones de las iglesias latina y ortodoxa ofrece ahora: la carta detallada que el padre Possevino mandó al general de la Compañía de Jesús, Claudio Acquaviva; las cartas del padre Jean Paul Campani, compañero de Possevino en uno de sus viajes, con ingeniosas observaciones sobre una Moscovia extraña para los occidentales del siglo XVI, ambas en latín; finalmente, el conciso memorándum del cardenal Di Como al secretario de Propaganda Fidae en Roma, comentando en italiano las misiones que Gregorio III encomendó al destacado intelectual y diplomático jesuita. Todo ello rigurosamente anotado y puesto en contexto por el autor.