Los filósofos de la Antigüedad siempre fueron considerados sabios. En efecto, eran astrónomos, matemáticos, lógicos. Teorizaban sobre la sociedad y la política. Creaban conceptos y sistemas. Sin embargo, no eran sólo seres de razón. Para estos buscadores de la sabiduría, la filosofía no sólo implicaba un conjunto de ideas sino también una forma de vivir (y, muchas veces, de morir). Esa filosofía se hacía evidente en sus acciones y gestos cotidian...