A lo largo de más de cincuenta años, sin prisa pero sin pausa, un hombre escribe poemas en los que recoge con devoción los materiales de que están hechos la vida y los sueños: alegrías, males, las venturas y cenizas del amor, insultos y vagas promesas, el vaho que sube de las cocinas; la luz y los sonidos del mar; de la montaña, de la ciudad y del campo; recuerdos de viajes, imaginaciones memoriosas de batallas y de la vida de otros hombres, la v...