Para muchos lectores estos cuentos en sí mismos, y sin ninguna otra explicación, serán disfrutados como se come una manzana, o se huele una rosa en el jardín de al lado, o se besa a la amada o al amado: en silencio, sin pensar, y sintiendo cosquilleos en el vientre. Este es un libro que pertenece a esa especie, casi extinguida hoy por hoy, de las obras que permiten ser releídas en distintas etapas de la existencia y algo nuevo revelan siempre. La...