«La carne es aquí dorada»: los Mares del Sur, que Jack London recorrió y conoció a fondo, fueron para su obra literaria de madurez una fuente de inspiración tan rica y poderosa como lo había sido en su juventud la Alaska de los buscadores de oro. Los cuentos de (1909) están situados en las islas Hawai, donde «la tierra y el mar respiran por turno». Sin embargo, en este paraíso de «Junos madurando al sol» y «bronceados Apolos», el hombre blanco ha propagado «la palabra de Dios» y «la palabra del Ron», ha introducido un rígido sistema de explotación económica y de segregación racial, y ha traído, sobre todo, enfermedades desconocidas y fatales como la lepra, «la marca de la Bestia». London enmarca en esta atmósfera crepuscular un dramático recuento de pérdidas y supervivencias, de cruciales reconocimientos afrontados con valor o con cobardía, pues «no es bueno para nadie tener que verse como realmente es, como tampoco es posible verse así durante mucho tiempo y sobrevivir a la experiencia». Con su particular versión naturalista del exotismo romántico, estos relatos ofrecen nuevas perspectivas de la siempre heroica literatura de su autor.La casa del orgullo (1909) están situados en las islas Hawai, donde «la tierra y el mar respiran por turno». Sin embargo, en este paraíso de «Junos madurando al sol» y «bronceados Apolos», el hombre blanco ha propagado «la palabra de Dios» y «la palabra del Ron», ha introducido un rígido sistema de explotación económica y de segregación racial, y ha traído, sobre todo, enfermedades desconocidas y fatales como la lepra, «la marca de la Bestia». London enmarca en esta atmósfera crepuscular un dramático recuento de pérdidas y supervivencias, de cruciales reconocimientos afrontados con valor o con cobardía, pues «no es bueno para nadie tener que verse como realmente es, como tampoco es posible verse así durante mucho tiempo y sobrevivir a la experiencia». Con su particular versión naturalista del exotismo romántico, estos relatos ofrecen nuevas perspectivas de la siempre heroica literatura de su autor.Con su particular versión naturalista del exotismo romántico, estos relatos ofrecen nuevas perspectivas de la siempre heroica literatura de su autor.