Más de cincuenta años antes de que Jean-Paul Sartre escribiera que el infierno son los otros, el dramaturgo sueco August Strindberg (1849-1912) ya había descubierto que el infierno está aquí, en esta tierra, y que el hombre sólo consigue librarse de él mediante el dolor que sufre a la vista de su propia maldad y la del prójimo.Inferno, magnífico y terrible relato autobiográfico, en la confidencia de las crisis que sufrió el autor entre 1894 y 189...