No sólo es la nobleza el blanco de los ataques de Cándido. La crítica que se formula en estas páginas abarca diferentes estamentos de las insanas sociedades que los hombres han logrado edificar a lo largo de los siglos. En Cándido o el optimismo se revelan la ambición y la intolerancia de la Iglesia y sus órdenes religiosas, la corrupción de los estamentos policivos, los ámbitos represivos y brutales de los militares, la rapacidad de los abogados y los editores literarios, la usura característica de los judíos, las estúpidas pero mortíferas guerras santas de los musulmanes, el trajinar por los océanos de una piratería sangrienta hasta el sarcasmo, el arribismo, la angurria y la ignorancia de los más menesterosos. Y todos estos ataques jamás desconocen que, en el fondo, lo que dinamiza esa unánime ansia de abusar del otro, esa universal carnicería humana es el dinero. Tal es, quizás, una de las conclusiones fundamentales que Voltaire propone en esta obra.Pablo Montoya