En este libro se exponen las materias de estudio de la historia judicial eclesiástica, como son el Derecho canónico y los foros de justicia de la Iglesia. A su vez, se exploran cuatro de las más importantes razones que dieron sentido a su existencia como la vinculación entre el realismo antropológico, tan propio de la cultura católica, el pecado y el delito; la reforma de las costumbres de cara a la visita episcopal y la formación del Derecho canónico; los mecanismos de protección de la persona humana a través del justo proceso, y el trabajo de los tribunales para armonizar las voluntades y renovar los acuerdos de convivencia social. El autor considera que la historia judicial debe ser un factor detonante para la comprensión de la sociedad y la cultura contemporáneas.