Este libro recoge los juguetes y juegos propios de los niños que nacieron -como la autora- a principios de los años cincuenta, los hijos de posguerra. Todo comienza cuando Petrignani observa que la relación que su pequeño hijo Guido, de cinco años -nacido en 1983-, tenía con sus juguetes y su forma de jugar era muy diferente a la que ella había experimentado en su infancia. "Un ejercicio encantador" (Ian McEwan), "un viaje por la niñez a través de sesenta y cinco juguetes y juegos" (Times Literary Supplement), este catálogo a la vez privado y universal, melancólico y vital, es uno de los libros más originales y poéticos de los últimos tiempos, mezcla de Georges Perec con una Alicia que, tras cruzar el espejo, se ha vuelto adulta.