Higinio Polo viajó por Irán en busca de la vieja Persia: rastreó las huellas de Omar Jayyám y de Hasan Sabbah, el fundador de la secta de los asesinos; visitó Bam, la vieja ciudad del desierto ahora abandonada; paseó por Shiraz y Persépolis; comprobó por qué Estahan es la mitad del mundo; buscó y halló a los seguidores de Zoroastro; burlando a sus guardianes se introdujo en el mausoleo de Fátima y en la mezquita de imam Reza, el templo más sagrad...