Hoy, las cuestiones relacionadas con la forma en la cual el abuso del derecho ha incursionado en el ámbito falencial es algo que sale nuevamente a escena en el campo del Derecho Concursal. Uno de los flagelos por los que atraviesa la sociedad argentina, y en especial sus instituciones, es sin duda alguna la fragilidad ética de las conductas. Tanto las encuestas de opinión como los principales pensadores nacionales y extranjeros que se asoman a la realidad advierten que el discurso referido a los fines perseguidos, o a los logros obtenidos, deja en un segundo plano el análisis de los medios utilizados para ello. La violación de la ley, el avasallamiento de los derechos de los demás, la tergiversación de la verdad, el engaño y la manipulación de argumentos, cifras, índices y hasta la invocación de fines superiores, intereses generales o utopías abstractas para perpetrar maniobras o comportamientos apartados de lo permitido y tolerable son moneda corriente para quienes intentan arribar a la meta deseada, cualquiera que ésta sea.Uno de los flagelos por los que atraviesa la sociedad argentina, y en especial sus instituciones, es sin duda alguna la fragilidad ética de las conductas. Tanto las encuestas de opinión como los principales pensadores nacionales y extranjeros que se asoman a la realidad advierten que el discurso referido a los fines perseguidos, o a los logros obtenidos, deja en un segundo plano el análisis de los medios utilizados para ello. La violación de la ley, el avasallamiento de los derechos de los demás, la tergiversación de la verdad, el engaño y la manipulación de argumentos, cifras, índices y hasta la invocación de fines superiores, intereses generales o utopías abstractas para perpetrar maniobras o comportamientos apartados de lo permitido y tolerable son moneda corriente para quienes intentan arribar a la meta deseada, cualquiera que ésta sea.La violación de la ley, el avasallamiento de los derechos de los demás, la tergiversación de la verdad, el engaño y la manipulación de argumentos, cifras, índices y hasta la invocación de fines superiores, intereses generales o utopías abstractas para perpetrar maniobras o comportamientos apartados de lo permitido y tolerable son moneda corriente para quienes intentan arribar a la meta deseada, cualquiera que ésta sea.