El argentino Sergio Bagú fue uno de los más divergentes científicos sociales latinoamericanos de izquierda en el siglo XX. Su concepción, libre de criterios idolatras o fanáticos frente a las ideas socialistas, se conjugo con la consigna que dictaba su cosmopolitismo y compromiso político. Su rectitud académica, su carácter moral, no sufrieron de la veleidad del éxito o de la fugacidad de la fama, como sucedió con algunos de los intelectuales de la época. Bagú fue uno de los primeros latinoamericanos en llamar la atención sobre el tema de la coerción del capital y la guerra como vehículos constitutivos de las naciones modernas. Su producción abrió el comino de los estudios de historia social en el continente. En defensa y acusación del intelectual reflexiona sobre las condiciones y el carácter de este en nuestra sociedad.