En el momento en que el General Reyes se retira del poder, despus de haberlo ejercido casi sin interrupcin por un espacio de cinco aos, conviene hacer un estudio concreto de los actos ms significativos de su Administracin.La tarea es fcil, porque toda la labor administrativa de estos cinco aos ha estado basada en la publicidad. Todos los actos de transcendencia han sido llevados cabo despus de consultar la opinin, unas veces indirectamente, convocando juntas representativas en la Capital de la Repblica; otras directamente, solicitando por la prensa la opinin popular en asuntos en que se ha credo conveniente darle tal amplitud la manifestacin del sentimiento pblico. Dems de sto, la labor administrativa est de por s historiada en las publicaciones oficiales y con celo especial, para que la Nacin aprecie la obra y tenga en qu basar sus juicios, se le ofrece al pblico constantemente informacin documentada en folletos que circulan profusamente sobre los asuntos administrativos, polticos, fiscales econmicos que adquieren alguna importancia.Por esto, las pginas que siguen son un simple relato desnudo de comentarios. No creemos que sea necesario aadirlos sino en casos excepcionales, cuando as lo demande lo complejo de los hechos narrados las circunstancias de que vinieron acompaados. El Jefe de la administracin historiada en este libro es el primero en desear que se haga luz sobre el resultado de sus labores pblicas y estamos seguros de que l deseara ante todo en una obra de esta clase absoluta sinceridad como virtud primera del escritor que la emprendiese.Aqu sern sealados por tanto con la misma serenidad y buena f los aciertos que las rectificaciones, los xitos que los ensayos frustrados. Gobernar es prever, tiene dicho la sabia mxima de Quevedo. Ms no tiene todava el hombre su discrecin todos los elementos en que se ha de basar la previsin. Lo ms que puede aspirar el estadista bien intencionado es cometer pocos errores, pero nunca dejar su obra absolutamente limpia de ellos. Nadie est tan convencido de esta flaqueza inmanente nuestro destino como el General Reyes. Dentro de los lmites de la Ley y de la prudencia, estuvo siempre atento favorecer la reforma de todas las disposiciones que en la prctica resultaron inconducentes, en lo cual aceptaba el principio sano de que nada es inmejorable en materias administrativas. Pertenece las cualidades del administrador estar siempre dispuesto mejorar lo existente. Cada da que pasa, cada hecho no observado que se presenta, enriquecen el causal de la experiencia y suministran el dato que era necesario para cambiar el rumbo.Nunca en la vida de Colombia se llevaron cabo reformas de tanta trascendencia en tan corto espacio de tiempo como durante la Administracin Reyes. Es cierto tambin que acaso ningn gobernante vino al poder en ocasin tan premiosa. Era la hora precisa en que se poda descubrir sin forzar la vista toda la magnitud de la obra de destruccin realizada por las malas pasiones desatadas sobre todo el territorio de la Republica en el curso de tres aos.