Las semillas de la bondad : la constitución de la naturaleza moral del hombre

Encuadernación: Rústica.

Las semillas de la bondad. La constitución de la naturaleza moral de hombre es una reflexión del autor sobre el origen moral del ser humano desde una perspectiva natural. El punto de partida es una pregunta sin una respuesta clara: ¿Hay alguna razón natural por la que nos inclinemos hacia comportamientos correctos?

No son los discrusos surgidos del imaginario humano ni en una fe religiosa sino el papel de la naturaleza quien nos proporciona respuestas sobre el hecho moral. Ya en los primeros infdicios del fenómenos vida detectamos sus fundamentos más remotos, pero también está presente en otras disciplinas científicas. Para ellos, observamos que la moral presentar analogías con las leyes de la nturaleza, (leyes físicas que armonizan y estabilizan el Cosmos o la Tierra, i las biológicas que originan y mantienen la vida), La conclusión es que la moral es un medio para procurar estabilidad en el ámbito de la especie humana, libre y raciones. Así, ya sean leyes físicas o biológicas, ya sea la ley de la gravedad, el Sistema Solar, los instintos o la propia moral, estamos siempre ante medios que permiten a la naturaleza armonizar relaciones internas y evitar la autodestrucción de sus respectivos ámbitos.

La moralidad en sí misma es innata e inherente a la especia humana, pero su uso concreto se manifiesta de manera particular en cada parcela cultural. Lo correcto e incorrecto no es compartido en todo momento y lugar. Un acto cualquiera (matar, robar, esclavizar, etc.) no plantea, por sí mismo, un problema moral. Lo plantean sus consecuencias, lo que comporta tal acto, la presencia o ausencia de su sentido. Por ello, no hay moralidad en las acciones humanas, hay moralidad en su sentido constructivo, en la convicción de que tales acciones contibruyen a un orden estable y fructífero, lo cual significa, en último término, la consolidación de un orden y armonía en la naturaleza.