Había una vez un cuento que quería entrar a un convento. No pudo entrar porque desde lo alto le exigieron rezar. Y él no sabía rezar. Buscó un cuartel, pero le dijeron que solo recibían a quienes tuvieran libreta militar, pues sólo reclutaban para servicio profesional. Entonces, el cuento fue a una casa de madres comunitarias donde los niños veían televisión. Ellos lo sentaron a su lado, amablemente. El cuento se dio cuenta de que su cuento ya er...