El cine de Tarkovski es un cine o de superficie, volcado hacia un mundo que se manifiesta no como imaginario, como proyección de contemplador, sino como entidad autónoma, resistente. De lo que en él se trata es, sobre todo, de alcanzar una forma esquiva, de descubrir un gesto, aunque sea furtivo, del objeto, y a partir de ahí desarrollar un realismo que no transita a través de lo verosímil, de la mímesis naturalista, sino a través de la materia ...