Vencer la inercia implica enfrentar la desaprobación de algunos, la burla o la presión de la sociedad. Y, aun así, hay personas que se atreven. Pero no es suficiente. Pues la inercia no se vence con una decisión, sino con acción. Por eso, ante todo: hacer algo.
La princesa Marta de Noruega se ve forzada a un exilio en medio de la hora más oscura de su nación; los laboratorios que gerencia José Gutiérrez están a punto de quebrar, pues la guerra...