La historiografía literaria ha denominado "obras menores" a un conjunto de géneros teatrales, heterogéneos en su origen, pero que en su evolución llegaron a compartir una serie de características comunes, que se comentarán posteriormente. El calificativo de "menor", además de hacer referencia a su brevedad, contenía implicaciones despectivas: frente a las grandes obras teatrales del Siglo de Oro autos sacramentales, comedias, tragedias o híbridos...