Superada la visión normativista del derecho, propio del modelo decimonónico, los principios jurídicos se abrieron paso como mandatos que ordenan la mejor conducta que pueda producirse, de acuerdo a las posibilidades fácticas y jurídicas. En palabras del profesor Rodolfo Vigo, "los principios son derecho concentrado que puede expresarse y justificar a diferentes normas, y por supuesto, ese control provoca que en cada caso de tensión lleguen a prevalecer sobre las normas". De esta forma, además de la constitucionalización del derecho, la consagración y operatividad de los derechos humanos han sido fuente relevante para potenciar a los principios.A partir de interpretaciones vinculadas a esos criterios y con un esquema basado en la aplicación e interpretación del derecho, complementado por los desafíos que apareja el neoconstitucionalismo, el profesor Miguel Hernández Terán realiza un meduloso abordaje de temas que todo operador jurídico necesita conocer.El lector encontrará interesantes referencias doctrinarias, así como destacada jurisprudencia de la Corte Constitucional de Colombia, que el autor introduce a lo largo del libro, a fin de esclarecer el alcance de las figuras jurídicas que son principalmente controvertidas a la hora de su análisis jurídico.