A veces hay que perderse para encontrar el camino...
Michael se está viniendo abajo. A la deriva desde que lo dejó su mujer, ha empezado a emprender caminatas largas y solitarias por la campiña inglesa. Cada vez más decidido a alejarse de todo, está dispuesto a hacer lo que sea por huir de su casa vacía.
Marnie, por otro lado, se siente estancada. Aislada en su apartamento de Londres, evita a sus amigos de toda la vida y cualquier otra cosa...