Para narrar la azarosa existencia de Arn, el Navegante, un humano que fue capaz de perseguir sus sueños y de convertirlos en realidad, más allá de los límites y las distancias de la inabarcable Nayrda, y más allá de las diferencias entre las criaturas que la habitan. -¿Cómo es posible? -Leazah de los Nayl suspiró profundamente, evocando un recuerdo que parecía lejano-. ¿Cómo es posible que lo hayáis olvidado? Los elfos le veneran casi como a uno ...