El mercado del arte coleccionado por los capos colombianos fue una industria como cualquier otra. Hace poco, en Medellín, se descubrió un primer testamento de Pablo Escobar en el que se incluían obras de los maestros consagrados y otros que estuvieron de moda. ¿Qué tipo de coleccionistas fueron aquellos traficantes colombianos que, de alquimistas, pasaron a llamarse mágicos? ¿Quiénes fueron sus artistas preferidos? ¿Qué pasó con sus dealers? ¿Cuál es el paradero de aquellas obras?