El grafiti ha regresado, pero no solo. Basta viajar por las calles de las ciudades donde haya mayores congestiones sociales o donde expresiones públicas tengan alguna tradición, para ver el nuevo panorama visual. No regresa igual a como lo dejamos en los famosos años 60, ni siguiendo las primeras alevosías figurativas de fines del siglo pasado. Y, además, llega acompañado. Lo escoltan nuevas estrategias en su composición, se asocia con recientes ...