El comentarista deportivo Pepe Calderón Tovar se queda sin voz en el instante en el que el defensa de la selección colombiana de fútbol, Andrés Escobar, marca el famoso autogol que más adelante lo convertiría en mártir nacional. En medio del suplicio, el gordo Calderón entiende que la única manera de recuperar lo que ha perdido es cobrando venganza, y así decide emprender la misión de asesinar al futbolista. Tenía que quitarle la vida. No sólo es...