Man Ray empezó a escribir su autobiografía en 1951, en el viaje de vuelta a París tras once años de incomprensión en su propio país, Estados Unidos. Los críticos no habían sido capaces de encajar su figura de pintor- fotógrafo, ni de reconciliar su arte decididamente de vanguardia con su faceta comercial de retratista y fotógrafo de moda. Mientras la obra de los dadaístas y surrealistas europeos, que tan bien le habían acogido y respetado en Parí...