Este trabajo busca pensar la forma en que, desde distintos discursos, se ha hablado de la ciudad latinoamericana; más aún, busca las metáforas que sustentan dichos discursos. En este orden de ideas se hace necesaria una primera constatación: no se puede hablar de la ciudad latinoamericana al margen del pensamiento occidental. En distintas ocasiones se han buscado singularidades que a guisa de rasgos identitarios apunten a algo esencial o al menos propio, distinto y único de nuestras urbes. Sin duda, negar las particularidades sería una ligereza, pero ello no implica la existencia de rasgos esenciales o sustantivos de las mismas; la singularidad, lo distinto que en ellas se ha producido, no es tanto porque una característica primigenia las habite cuanto por los avatares históricos que no se pueden sustraer a la inserción –y en el caso concreto de América, de norte a sur-, a la creación de un espacio en virtud de unas relaciones políticas, económicas y sociales. Con esta premisa. y valiéndose de la potente noción de metaforología que Hans Blumenberg introdujo en la reflexión filosófica, se recorren distintas metáforas para pensar la ciudad latinoamericana. Escritos sociológicos, reflexiones políticas y textos literarios sirven para pensar las imágenes teatrales, orgánicas, mecánicas y textuales que han servido como bajo continuo para determinar no sólo lo que se dice de la urbe sino también los modos de actuación.