La relación que los escritores surrealistas franceses establecieron con México y la impresión que éste suscitó en ellos dejaron una marca inquebrantable en la historia cultural de nuestro país. Se conoce bien el paso por estas tierras de André Breton, a finales de los años treinta del siglo XX, y su amistad con Diego Rivera, Frida Kahlo y Manuel Álvarez Bravo; se ha documentado la presencia de Antonin Artaud, que a pesar de su misterio se volvió ya un tema de culto; también se sabe que Robert Desnos, desde el otro lado del Atlántico, contempló la cultura mexicana y escribió sobre ella. Sin embargo, por el estado convulso de Europa en aquella época, el exiliado Benjamin Péret pasó casi inadvertido a los habitantes del altiplano de México, salvo para algunos -Octavio Paz, Walter Gruen, Gunther Gerzso y Bartomeu Costa-Amic- que conservaron memoria de la estancia de quien también fuera esposo de Remedios Varo. En este libro, Fabienne Bradu arroja luz sobre este seductor personaje, así como sobre sus escritos en tomo al pueblo que lo acogió. El presente título se conforma de dos partes: la vida de Perét en México y los textos sobre el país en que vivió su destierro. Con esta obra, Bradu completa la exploración iniciada en Artaud, todavía (2008) y André Breton en México (2012).