El libro acaba de leerse como una diatriba contra el periodismo contemporáneo, suscrita esta vez por las palabras de los escritores G. K.Chesterton y Jorge Luis Borges: 'Antes había buenas nuevas en los evangelios; ahora tenemos medios de no comunicar absolutamente nada. Y como todos los días se divulgan esos medios, la gente cree que cada veinticuatro horas ha ocurrido algo muy importante. Seguramente ha ocurrido algo muy importante y es posible...