Este es mi libro número 39. De ellos, 28 están vinculados a la narrativa: novelas, libros de relatos, cómics y hasta una obra de teatro. Y siempre leo y escucho el mismo elogio contradictorio: «qué divertidas son tus historias» y me quedo pensando que, en realidad, escribo historias tristes que por motivos que ignoro, hacen reír a la gente. Así que decidí dar la vuelta a la tortilla y publicar mi primera novela de humor. Nace a partir de un personaje absurdo que se me parece demasiado y cuyas desventuras publiqué hace años en la Revista Impar, cuyo público eran los singles o nuevos solteros, es decir simplificando mucho gente que buscaba la felicidad después de una ruptura. (Y todavía me pregunto por qué la directora, Conchín Para, me permitía publicar esto). Nicolás Sotanovsky es un tipo al que lo ha dejado su novia y le ocurren las cosas más extrañas, quizá porque se las merece. Y las apunta en un diario delirante de su primer año de soltería, lleno de sucesos que acaso os resulten extravagantes, pero que se parecen demasiado a mi vida, quiero decir a la vida de Sotanosky.«Carlos Salem es un género en sí mismo»Fernando Marías.«Cinismo, pimienta y piedad. Una revelación. Un hallazgo. ¿Salem?El nombre marca. Este argentino es un brujo».Fernando Sánchez Dragó«Le llaman el Buwowski de Malasaña. ¿Y qué tal escribe? Léelo, de verdad. Es la bomba». Daniel Entrialgo