Conturbado por el indeleble rastro de cadáveres que tiñe la isla de Mallorca, Aarón, investigador del caso Dribulón, descubre el presunto diario del asesino, un registro no solo de los asesinatos, sino de la oscuridad que se adueña de la vida del autor y de su familia. Las trazas de este criminal son únicas, pues utiliza armas peculiares que, según el diario, son fruto de poderes sobrenaturales.Natán, casado, con una hija y feliz, explica cómo se convirtió en dribulón, la necesidad de consumir almas que ello comporta y cómo afecta a su vida personal.Aarón se sumirá en la lectura abismal y tratará de resolver esta cadena de delitos cabeceando entre la locura del autor y la incredulidad racional.