En una tierra acostumbrada a los excesos tanto en lo social como en los fenomenos destructivos que emanan de la propia naturaleza poco o nada puede imputarse a la casualidad prolongadas sequias daninas tormentas inundaciones devastadoras y hasta excesivas pasiones parecen asociarse para que una tragica riada acabe con la vida de una familia huertana sobreviviendo al desastre el cabeza de familia y uno de sus hijos Acuciado por la pena las deudas ...