Este libro es un homenaje a la memoria de la hija de la autora, Juliana, que falleció como consecuencia del cáncer, en el otoño de 2014. También es un recorrido por la corta vida de su hija, con el que trata de destacar los diferentes roles que Juliana desempeñó y cómo hizo para sobrellevar con gran estoicismo su enfermedad.Por otro lado, la autora considera el proceso que debió atravesar ella y toda su familia,las diferentes vivencias y estados emocionales que implicó el duelo para sí misma como madre y autora, su propia relación con la muerte y el costoso aprendizaje que dejó el doloroso proceso que ocasionó el haber perdido a una hija. Un dolor que no disminuye, sino que sigue presente en cada lugar, en cada momento y en cada uno de los hechos cotidianos.