El Día de Todos los Santos, Teresa recorre el cementerio en su circuito habitual, pero este año ha añadido una tumba a su lista. Al terminar el recorrido, se para delante de esta última lápida. Y comienza a hablar. De personas invisibles, de silencios obligados, de falsas libertades, de amores impensables.La generación del silencio es un grito en voz baja de rabia, de auxilio y de alivio, un lamento en forma de monólogo, una conversación llena de acusación y de redención.Una bella historia donde se desnuda un alma llena de cicatrices que aún sangran.