Mientras practica deporte, un sacerdote es asesinado junto al río, al caer la tarde. A la mañana siguiente el cadaver aparece con la mitad del cuerpo dentro del agua.A primera vista parece un crimen relacionado con un suceso anterior, lo que hace pensar a los inspectores Narváez y Molina que se encuentran ante un caso más. Pero pronto descubrirán que se enfrentan a un asesino pulcro y crío que les retará a jugar una partida macabra.