Años después de su muerte, Bob Fosse logró por fin el éxito con que había soñado siempre. Irónicamente, todo comenzó con una reposición de Chicago, un musical que, cuando se estrenó en 1975, recibió una acogida poco entusiasta. Sin embargo, veinte años más tarde fascinaría a todo tipo de público y sería llevado al cine, en una versión que obtendría el Oscar a la mejor película de 2002. La imagen y el estilo de la película Chicago son casi un home...