Simón Bolívar era un hombre menudo pero tenía el magnetismo de un gigante. Sus soldados lo apodaron cariñosamente "Culo de Hierro", porque recorrió a caballo alrededor de 120 000 kilómetros en su gesta para liberar el territorio que hoy componen seis países. Fue dueño de una existencia extraordinaria. Se sabe que era un bailarín consumado y un mujeriego insaciable. Un hombre ilustrado por las lecturas de Montesquieu, Voltaire y John Locke, que si...